A principios de julio, parte del equipo de LambdaLoopers tuvimos la oportunidad de asistir a una nueva edición del Agile Open Space organizado por Agile Spain en La Salle Campus de Barcelona.
Fue un evento muy interesante, de nuestro equipo una mezcla entre personas que ya conocían el formato y novatos, lo cual hizo que fuera bastante enriquecedor.
La Experiencia
Esta edición tuvo un toque especial al ser la primera post-pandemia, y comenzó con abrazos y sonrisas de los reencuentros entre los asistentes habituales y fanáticos de las metodologías agile. Además, también pudimos ver cómo compañeros de una misma empresa se conocían en persona en el evento, tras llevar tiempo trabajando juntos virtualmente. Comenzando con esta buena energía, las cosas solo podían ir a mejor.
Personalmente, fue mi primera experiencia atendiendo a una unconference como esta, y la verdad es que es un formato que encontré bastante interesante. En un open space, los temas de las charlas se proponen al inicio de cada día, que luego son escogidos por votación, y son los propios asistentes quienes dan las charlas o sugieren temas para discusión. Hay diferentes espacios de conversación, todos dentro de un gran recinto, para fomentar la llamada Ley de los Dos Pies: si una charla no te aporta valor, o tú no estás aportando valor, se te anima a moverte por el espacio para unirte a una conversación diferente.
De los dos días de evento, es también importante a destacar la mentalidad de todos los asistentes: tienes que llegar y mantenerte con una mentalidad abierta, con ninguna expectativa pero a la vez sabiendo que lo que va a salir de ese par de días será bastante provechoso.
¿Qué aprendimos?
En todas las conversaciones a las que pudimos asistir, se tocaron temas muy interesantes que están sobre la mesa dentro de cualquier empresa que se lleve bajo metodologías agile. Entre lo que debatimos, salieron conceptos como:
- Sociocracia y sociocracia 3.0, y un modelo de gestión de una empresa (sin importar su tamaño) basado en la decisión por consentimiento de los miembros del equipo, en vez de por consenso, donde la minoría tiene poder de veto, por democracia, donde la mayoría tiene el poder, o de forma autoritaria, donde el jefe tiene el poder. En esta misma línea, aparece también los rangos de tolerancia de las preferencias personales, cómo validar las objeciones para ir poco a poco mejorando una propuesta y los patrones a seguir.
- Autogestión – clave de un equipo agile, que se hace responsable del cumplimiento de un objetivo y no de una tarea específica. Es decir, el equipo quiere que se entregue una funcionalidad de valor al cierre de un sprint, y no que se programe x parte de una funcionalidad. Esto tiene que ir en línea con construir objetivos coherentes que luego se puedan convertir en promesas o compromisos de cumplimiento.
- Métodos de estimación, ¡por supuesto! porque trabajando en agile, el proceso de estimación es algo que vivimos, y a veces sufrimos, cada inicio de sprint. Las conversaciones se centraron en buscar las formas y métodos para hacer de este proceso lo más ágil posible, más rápido, menos doloroso. Hablamos del movimiento no estimates, y del método para estimar por comparación haciendo una triangulación utilizando 2 funcionalidades parecidas, una más grande y otra más pequeña, como referencias.
- Sobre OKRs revisamos antipatrones y errores en su uso, como son el usar demasiados OKRs, usarlos para expresar el plan de un proyecto o que los OKRs vengan de “arriba” (de management) sin ningún tipo de validación con el equipo. Sobre este último punto, muy interesante el Modelo W de ir validando una visión y objetivo entre management y equipo (por eso la W, por ir bajando y subiendo una idea) hasta llegar a un objetivo en común.
Definitivamente fue un evento que disfrutamos, aprovechamos para reencontrarnos con antiguos y actuales clientes y partners y conocer otros apasionados de esta metodología agile como nosotros. ¡Volveremos!