Es necesario definir qué queremos conseguir (objectives) y cómo vamos a lograrlo (key results).
Alinear profesionales, equipos y departamentos alrededor de OKRs va a permitir poder llegar a desmenuzar los retos y abordarlos de forma más sencilla y garantizando unas probabilidades de éxito superiores. La clave está en definir pocos OKRs (no más de 5 por manager o área), que sean sólidos y que sus resultados proporcionen información clave para la toma de decisiones corporativas. Nuestra recomendación, tras algunos años implementando esta metodología, es establecer OKRs trimestrales para una mejor evaluación. Para los equipos, es esencial tener visibilidad sobre los OKRs de la compañía y de los demás departamentos ya que conocer los compromisos del resto de la organización aumenta la productividad e incrementa la necesidad y urgencia de trabajar para alcanzarlos.
Si alguna vez te has preguntado si los OKRs que has definido son los correctos, revisa si son medibles: todo aquello que no pueda ser comprobado con métricas, no es considerado un OKR, de la misma manera que aquellos objetivos que no estén limitados en el tiempo, no son válidos
Netflix, Amazon, Google, Siemens y muchas otras compañías de alcance global implementan esta metodología para poder ordenar sus prioridades y trabajar en ellas durante el trimestre (o el año). En estos casos, esta metodología les permite definir cuál es la hoja de ruta que debe seguir la compañía, qué se espera de cada uno de los equipos y cómo se va a medir su progreso. Además, la definición de los OKRs recae en cada uno de los managers y/o responsables de área, bajo la supervisión del equipo o responsable de recursos humanos, quien suele supervisar que la definición de los OKRs se lleva a cabo correctamente.
No te asustes, no necesitas ser una empresa grande para implementarlos. Son útiles – y cada vez más necesarios – independientemente del tamaño de la organización. Esta metodología ayuda a centrarnos en las prioridades y comprometernos a ellas, algo básico para abordar los retos trimestrales y anuales y garantizar la consecución de los objetivos. Además, como los OKRs son compartidos dentro la compañía, favorecen la conexión y alineación de todos los departamentos y equipos. En nuestro caso, planteamos OKRs trimestrales que nos permiten medir la evolución con frecuencia y rectificar o reafirmarnos en ellos. Sin duda, la principal ventaja que hemos detectado en LambdaLoopers es la capacidad que tenemos de poder llevar a cabo retos más ambiciosos gracias a la implementación de objetivos medibles y acotados en el tiempo. En definitiva, los grandes objetivos anuales, una vez están delimitados y concretados, son más sencillos de abordar y el porcentaje de éxito en su cumplimiento es mayor, además de saber que están alineados con la misión de la compañía y que, por lo tanto, son estratégicamente acertados.
Existen otras metodologías similares, pero resultan menos efectivas ya que no contribuyen a que los objetivos estén alineados con la misión global de la compañía, no requieren de un proceso de evaluación tan exhaustivo, o se basan en objetivos que tienen un impacto en el día a día pero no en la estrategia y rumbo de la organización.
A continuación os dejamos algunas recomendaciones para definir unos OKRs con impacto real:
- Para los objectives
- Expresa objetivos y retos
- Ambiciosos pero realistas
- Hablen sobre un cambio incremental o disruptivo
- Aporten valor de negocio
- Para los key results
- Están acotados en el tiempo y son objetivamente completables
- Describan outcome y no actividades a realizar