Como sabes, los OKRs son siglas que hacen referencia a los Objectives and Key Results, y su implementación permite abordar los proyectos de forma óptima, revisar periódicamente si el trabajo se está llevando a cabo de la forma más adecuada y si las actividades para alcanzar estos objetivos están alineados con los objetivos corporativos.
Alinear equipos e incrementar su compromiso alrededor de unos objetivos ambiciosos y medibles es una estrategia que facilita su cumplimiento, favoreciendo el crecimiento sólido de las organizaciones y preparándolas para que puedan adaptarse de forma más ágil a los cambios. Además, esta metodología que tiene cada vez más peso entre las compañías españolas y que ya está consolidada en Estados Unidos, contribuye a la integración de equipos más autónomos y ágiles. Por este motivo, empresas de todo tipo – en cuanto a tamaño y sectores – siguen mostrando interés por conocer qué son los OKRs, cómo adoptar esta metodología y descubrir qué procesos deben seguir para implementarlos. En estos momentos, más del 50% de las empresas que cotizan en el IBEX35 utilizan esta metodología, aunque no es aplicable únicamente en grandes corporaciones. De hecho, es una herramienta muy útil para las PYMEs, que verán cómo se simplifica la reorientación estratégica, experimentan una mejora de la comunicación a todos los niveles organizativos y aumenta su transparencia en relación al rumbo y contexto corporativos.
¡Podemos ayudarte a implementar OKRs!
Si bien es verdad que para la correcta implementación de OKRs es necesario tener en cuenta cómo se va a gestionar el cambio – como en cualquier otra metodología de trabajo que se introduzca, va a requerir de un periodo de adaptación – existen soluciones adaptadas a las particularidades de cada compañía para que esta transición no provoque una disrupción organizativa y sea aceptada e integrada a la mayor brevedad posible. LambdaLoopers, compañía especializada en la consultoría, el diseño y el desarrollo tecnológico, puede ayudarte a crear un programa de adopción de OKRs.
El número de organizaciones que basan la toma de decisiones en datos – medibles y acotados en el tiempo – va en aumento (data-driven decision-making) y la metodología de OKRs permite poder medir los resultados, disminuir riesgos en la gestión y realizar predicciones para mejorar el desempeño. En definitiva, todo aquello que no es cuantificable y que no vaya en pro de la optimización de la operación de las organizaciones, resulta improductivo y es prescindible.
¿Te interesa conocer casos reales de compañías que utilizan esta metodología?
¿Por qué las compañías deciden apostar por esta metodología de trabajo? ¿Qué ventajas les han aportado los OKRs en términos de organización y motivación de equipos? ¿Con qué frecuencia revisan los resultados obtenidos y revisan el progreso en la consecución de sus objetivos? ¿Qué mejoras todavía podrían aplicar para sacar el máximo provecho a los OKRs? Hemos hecho estas preguntas a dos organizaciones estratégicas de nuestro país con sede en Barcelona: una compañía del sector aeronáutico y una empresa de gran consumo.
La responsable de talento de la compañía del sector aeronáutico (A) como el responsable de comunicación interna de una compañía del sector FMCG – Fast Moving Consumer Goods – (B) coinciden en que decidieron implementar OKRs frente a otras metodologías de trabajo porque necesitaban una metodología que les permitiera garantizar el alineamiento, el foco y la ambición de su desempeño, “de manera sencilla y transparente”.
Según la empresa A, la ventaja clara que les aportan los OKRs es que “todos los empleados sepan de qué manera impactan a los objetivos de la compañía, y esto nos ayuda a ir todos a una”. Además, añade, “cuando se tiene claridad sobre lo que se espera del desempeño es más fácil concentrarse en generar logros y evitar dispersiones, y al hacerlo público y transparente, ayuda a que nos comprometamos todos a trabajar mejor en equipo. Nuestra aspiración es que frecuentemente en los 1 to 1 se revisen los key results para poder reaccionar y/o celebrar”. En el caso de la empresa B, los OKRs tienen una función clara: “aportar contexto y sentido a los proyectos que estamos desarrollando”. En esta misma línea, aseguran que desde que empezaron a implementarlos – hace ya más de cinco años – han probado la evaluación de resultados tanto semestralmente como una vez al año, y han detectado que mejor les funciona es “adaptar la frecuencia de análisis de resultados a cada nivel de la organización, para evitar el sobre análisis en algunos departamentos – cuyos objetivos requieren de más tiempo para ver si se están llevando a cabo de la forma adecuada – y la infra-evaluación en otras áreas”.
A pesar de que en ambos casos reconocen que todavía pueden mejorar para sacar el máximo partido a los OKRs, están satisfechos por la adaptación al cambio que han hecho. La empresa B explica que “al principió a algunos equipos les costó incorporar la metodología y necesitaron un tiempo para entender los beneficios que ésta aporta a nivel organizativo”; y, por su parte, la empresa A admite que “aún nos faltan un par de ciclos para sentirnos realmente cómodos con los OKRs. Por este motivo es tan importante seguir practicando y no desistir en el intento de lograr unos objetivos ambiciosos y en línea con el negocio y unos resultados medibles”.
